La posibilidad que se dio a conocer de que se podría proceder al corte de la ruta 92, para permitir una mayor erogación de agua desde el sector norte hacia el sur, provoco la rápida preocupación y rotundo recazo de todos los sectores sociales de la ciudad de Colonia Dora y de pueblos y ciudades vecinas. El mayor interrogante que se plantean quienes conocen el tema, es por qué se debería corar la ruta, cuando aun quedan cinco alcantarillas al este del puente sobre la ruta 92 que no están trasvasando caudal, lo que podría ponerse en practica antes de cortar una obra vial de vital importancia para la zona. Cabe recordar, que los distintos puestos sanitarios, salas de primeros auxilios y hospitales de transito de la zona, llevan los pacientes de mayor complejidad hacia el hospital zonal de Añatuya por la ruta 92, la que de ser cortada generaría grandes inconvenientes. En la ciudad de Añatuya, también se elevaron voces de protesta, ya que la capital de la tradición quedaría totalmente aislada de la ruta 34, generando un gran perjuicio económico a innumerosos transportistas y trabajadores que a diario recorren la ruta 92 para realizar sus actividades. Hace algún tiempo, se plantearon interrogantes a cerca de la no realización de acciones para proteger los sembradíos particulares, que de abrirse las cinco alcantarilla antes mencionadas podrían ser afectados, reflotando la mayor parte de la población que no debería protegerse bienes de este tipo, cunado esta en peligro una obra de infraestructura tan importante como una ruta provincial. En diferentes medios locales, se pudieron escuchar voces de vecinos que se oponían rotundamente al posible corte de la ruta, comenzando incluso algunos a llamar a reunión para organizar marchas para oponerse a esta medida que consideran no apropiada, considerando que aun no se agotaron todas las instancias para salvar a los poblados.
