La suba de precios en general, fundamentalmente de los comestibles, es un fenómeno que desde hace tiempo se viene registrando en forma sostenida, agudizándose las últimas semanas, llegando algunos productos a precios realmente inalcanzables para una gran parte de la población.
Las frutas y verduras son el rubro que mayor aumento registró, con subas en algunos casos que llegan al 100 %, reduciendo notablemente la compra por parte de la población de estos productos fundamentales en la dieta.
El precio de la harina, un producto de consumo masivo en la población rural, viene trepando desde hace tres meses, acumulando un aumento que ronda el 30 %, lo que también incidió en el aumento del precio del pan, que actualmente ronda los $ 2.80 a $ 3.00.
El aumento en el precio de los combustibles también incidió en el precio de diversos productos que son producidos en otras provincias y luego transportados a la nuestra.
Prácticamente todos los rubros registraron aumentos, por lo que los exiguos sueldos, sin movilidad, se tornan cada vez mas insuficientes para afrontar la difícil tarea de mantener el hogar.
Las personas que viven de la explotación agropecuaria en pequeña escala, fundamentalmente del cultivo de alfalfa, sin embargo, se quejaron de que el producto no tiene un precio rentable que les permita obtener diferencias, ya que los insumos subieron notablemente, pero el producto no a pesar d estar en época invernal, prediciendo una sensible baja para la época estival.
Si se hace una estimación global del aumento de precios, se puede establecer que los precios de frutas y verduras crecieron un 90 por ciento en julio último, mientras que los productos que integran la canasta básica de alimentos subieron en lo que va del año más del 25 por ciento en todo el departamento Avellaneda, muy alejado de los índices oficiales de inflación.
Las frutas y verduras son el rubro que mayor aumento registró, con subas en algunos casos que llegan al 100 %, reduciendo notablemente la compra por parte de la población de estos productos fundamentales en la dieta.
El precio de la harina, un producto de consumo masivo en la población rural, viene trepando desde hace tres meses, acumulando un aumento que ronda el 30 %, lo que también incidió en el aumento del precio del pan, que actualmente ronda los $ 2.80 a $ 3.00.
El aumento en el precio de los combustibles también incidió en el precio de diversos productos que son producidos en otras provincias y luego transportados a la nuestra.
Prácticamente todos los rubros registraron aumentos, por lo que los exiguos sueldos, sin movilidad, se tornan cada vez mas insuficientes para afrontar la difícil tarea de mantener el hogar.
Las personas que viven de la explotación agropecuaria en pequeña escala, fundamentalmente del cultivo de alfalfa, sin embargo, se quejaron de que el producto no tiene un precio rentable que les permita obtener diferencias, ya que los insumos subieron notablemente, pero el producto no a pesar d estar en época invernal, prediciendo una sensible baja para la época estival.
Si se hace una estimación global del aumento de precios, se puede establecer que los precios de frutas y verduras crecieron un 90 por ciento en julio último, mientras que los productos que integran la canasta básica de alimentos subieron en lo que va del año más del 25 por ciento en todo el departamento Avellaneda, muy alejado de los índices oficiales de inflación.
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