martes, 27 de abril de 2010

27 DE ABRIL DIA DE LA AUTONOMIA PROVINCIAL


Hoy, al cumplirse 190 años de la declaración de la autonomía provincial, y a menos de un mes de celebrar el bicentenario de la patria, se hace necesario reflexionar sobre el legado que esta fecha, la mas importante de la historia política e institucional de la provincia, significa en nuestras cotidianas vidas, para poder sostener así, aquellos ideales de libertad, justicia, equidad y compromiso común que nos legaron los hombres autonomistas de 1820 a quienes integramos esta provincia.
Durante décadas, podría decir desde hace mas de un siglo, la figura precursora del fusilado coronel Juan Francisco Borges fue injustamente condenada al olvido, lo mismo que ocurrió con quien fuera nada menos que ayudante de campo del general Belgrano en el ejército del Norte y ejecutor de nuestra autonomía provincial: el comandante de abipones Don Juan Felipe Ibarra, quien en muchas ciudades ni siquiera tiene una calle con su nombre.
No podemos, no debemos los santiagueños de principios de este siglo XXI, olvidar la forma que con la mayor injusticia y grosería se quitaba en las primeras décadas de 1800 los fondos de la caja de Santiago y se mandaba llevar a Tucumán, sin dejar una sola moneda en este suelo, que pretendía, con legítimo derecho, tener igualdad de trato.
Ya en 1815, el 4 de septiembre, nace el primer movimiento revolucionario encabezado por Francisco Borges, dando el puntapié inicial a esta protesta que luego se cristalizará en la proclama, 5 años después, de Juan Felipe Ibarra.
Esto es parte de la historia, todos lo sabemos y nos cansamos de repetir año tras año.
Pero eso no bastará, si como todo pueblo con ansias de superación, no tenemos presente que tanto Borges como Ibarra, no nos legaron solo un acto del momento, sino un compromiso, que hoy, 190 años después, consiste nada menos que en mantener esos pilares de justicia, libertad y equidad que muchas veces vemos mancillados por quienes deberían ser los custodios de estos beneficios del cual debemos ser destinatarios todos los santiagueños de hoy y las generaciones futuras.
Por eso hoy, el compromiso de todos los santiagueños debe ser el mismo que soñara Borges y llevara a cabo Ibarra: una provincia que pueda tomar su propias decisiones, de manera autónoma, sin arrodillarse, haciendo valer sus blasones conseguidos a costa de tanta sangre y sacrificio, manteniendo el compromiso de todos nosotros para que esa autonomía no sea solo recordada en los discursos una vez al año, sino para que cada santiagueño tenga la libertad de pensar y sobre todo de poder expresar con libertad esos pensamientos, que es la única manera de lograr la verdadera autonomía y libertad de los pueblos de la manera comprometida en que la buscaron y consiguieron Borges e Ibarra.