Luego de mas de un mes de constante paso de agua sobre la cinta asfáltica de la ruta 92, finalmente la misma cedió en una de sus alcantarillas, cortando la ruta en un tramo de casi diez metros, dejando incomunicada a la ciudad de Añatuya con la ruta 34, principal vía de comunicación de la región.
Desde el día viernes y prácticamente hasta el lunes, no se pudo transitar, obligando a numerosos vecinos a realizar recorridos de hasta 250 kilómetros para poder unir lo que se encuentra a 20 kilómetros.
Otros optaron por caminos vecinales, pero a riesgo de roturas de sus vehículos, dado que los mismos se encuentran en pésimas condiciones.
Finalmente la rotura fue reparada con piedras, donde cabe destacar el esfuerzo y trabajo de los empleados de recursos hídricos que trabajaron dentro del agua durante horas a riesgo de sus propias vidas, ya que la fuerza de la corriente hacia peligrar la estabilidad de los mismos.
El corte de esta ruta no solo impidió el transito de los particulares y comerciantes, sino que también obstaculizó los sistemas de emergencias de salud, ya las ambulancias deben trasladar a los enfermemos desde los hospitales de transito y las salas de primeros auxilios de los pueblos al hospital zonal de Añatuya, para lo cual deben utilizar esta ruta, de la misma manera que deben utilizarla cuando se trasladan pacientes desde Añatuya al hospital regional de Santiago.
El transito de camiones, a decir de los que conocen el tema, seria la principal cauda de la rotura del frágil pavimento, ya que los mismos en muchos casos exceden los 50.000 kilos, causando un permanente sufrimiento de la ruta.
Por el momento, luego de la reparación del corte, se prohibió el paso de estos pesados vehículos, permitiéndose solo el paso de vehículos livianos, servicios de transporte de pasajeros y cargamentos de alimentos.
Las otras alcantarillas se encuentran monitoreadas permanentemente, ya que se teme que alguna de ellas pueda ceder, lo que causaría un grave perjuicio a todos los pobladores de esta región.
Desde el día viernes y prácticamente hasta el lunes, no se pudo transitar, obligando a numerosos vecinos a realizar recorridos de hasta 250 kilómetros para poder unir lo que se encuentra a 20 kilómetros.
Otros optaron por caminos vecinales, pero a riesgo de roturas de sus vehículos, dado que los mismos se encuentran en pésimas condiciones.
Finalmente la rotura fue reparada con piedras, donde cabe destacar el esfuerzo y trabajo de los empleados de recursos hídricos que trabajaron dentro del agua durante horas a riesgo de sus propias vidas, ya que la fuerza de la corriente hacia peligrar la estabilidad de los mismos.
El corte de esta ruta no solo impidió el transito de los particulares y comerciantes, sino que también obstaculizó los sistemas de emergencias de salud, ya las ambulancias deben trasladar a los enfermemos desde los hospitales de transito y las salas de primeros auxilios de los pueblos al hospital zonal de Añatuya, para lo cual deben utilizar esta ruta, de la misma manera que deben utilizarla cuando se trasladan pacientes desde Añatuya al hospital regional de Santiago.
El transito de camiones, a decir de los que conocen el tema, seria la principal cauda de la rotura del frágil pavimento, ya que los mismos en muchos casos exceden los 50.000 kilos, causando un permanente sufrimiento de la ruta.
Por el momento, luego de la reparación del corte, se prohibió el paso de estos pesados vehículos, permitiéndose solo el paso de vehículos livianos, servicios de transporte de pasajeros y cargamentos de alimentos.
Las otras alcantarillas se encuentran monitoreadas permanentemente, ya que se teme que alguna de ellas pueda ceder, lo que causaría un grave perjuicio a todos los pobladores de esta región.