La ya existente preocupación por la falta de lluvias se acrecienta cada vez mas con el paso de los meses y con las numerosas tormentas que en los últimos tiempos se cernieron sobre la zona, pero que finalmente no se convirtieron en lluvia que pudiera proporcionar humedad a la tierra.
Recientemente, las entidades rurales estimaron que para que los campos recuperen la humedad necesaria para poder concretar algún tipo de sembradío y para que se pueda salvar medianamente lo poco que quedo de los sembrados ya existentes, debería llover alrededor de 100 mm.
Recordemos que la zona se encuentra en un verdadero desastre agropecuario, producto de la persistente sequía que en los últimos años alcanzo picos de sequía que superaron largamente los registros históricos, por lo menos de los últimos 50 años.
La preocupación existente en cuanto a la perdida de sembradíos, también se extiende a los pequeños criadores de animales, quienes han llegado al extremo de no tener ni una gota de agua para los animales, sufriendo de esta manera pérdidas irreparables.
La crisis de sector productivo rural repercute directamente en los pueblos y ciudades vecinas, ya que la actividad comercial y social se ven severamente resentidas por la falta de circulante, situación que tiende a agravarse.
No solo los directamente involucrados en la producción rural, sino también todas las instituciones intermedias y oficiales dejaron entrever su preocupación por esta situación que por el momento solo tiende a agravarse con la ausencia de lluvias.